lunes, 27 de octubre de 2014

NO al desmantelamiento del ramal de Villaseca (I)

En el mes de julio de 2014, el Ayuntamiento de Villablino licitó la obra de levante de la vía férrea en el ramal de vía métrica entre esta localidad y Villaseca de Laciana. Este ramal, abandonado de su uso ferroviario desde hace años, pretende ser aprovechado como camino, dentro de la idea general de “vía verde”. Varias Asociaciones y entidades se oponen, en una desigual lucha que todos esperamos se incline por la preservación de un patrimonio industrial único en un entorno natural inigualable. En dos partes, reseñaremos la historia del ramal y posteriormente reivindicaremos su aprovechamiento ferroviario.
El inicio del ramal de Villaseca lo ocupan en la actualidad el descargue de la abandonada Transversal de Villablino, en primer término, y el nuevo lavadero en funcionamiento desde principios de los noventa, que son las estructuras metálicas verdes del fondo de la imagen. Una Macosa evoluciona por las tres vías de esta parte del ramal mientras que la nueva carretera es la que recibe todo el carbón de las explotaciones actuales hacia el lavadero mediante camiones.

Historia del ramal

A punto de llegar al final del ramal, el puente sobre el río Sil demuestra que en el trazado se siguen las mismas características técnicas de las obras de fábrica, en este caso mediante un puente metálico apoyado en pilares de sección circular. Foto: Javier Fernández López.

La primera relación de Villaseca de Laciana con el ferrocarril tiene que ver paradójicamente con una carretera. Algunos años antes del inicio de la construcción de la línea ferroviaria desde Ponferrada, la Sociedad de Minas de Villablino construyó una carretera, en obras durante seis años, entre Villablino y Villaseca, para dar salida a la incipiente producción carbonífera de esta empresa, que poseía ya dos tercios de los derechos mineros de la zona. Esta empresa contrató a Pedro Ortiz Muriel, ingeniero (También capitalista del F.C. Plazaola y la entidad bancaria Aldama y Cia.) que luego tuvo mucha relación con el P.V. e incluso dio nombre a una de las locomotoras Baldwin, para proyectar un ferrocarril entre Ponferrada y Palacios del Sil.
El archivo del Diario de León contiene esta excepcional imagen de la estación de Villablino, con el inicio del ramal a Villaseca de Laciana. En ella se pueden contemplar tres ejemplares distintos de la tracción en este ferrocarril, de izquierda a derecha una locomotora de vapor tipo Engerth, una Macosa serie 1000 y una de las dos Krupp procedentes de la ENCASO, esta última también protagonista habitual de las maniobras en los ramales. Se puede observar que hasta el muro de defensa del río sil, todo el espacio lo ocupan vías, a diferencia de la actualidad en que dos de las cuatro vías de la imagen están ocupadas por una carretera particular.
Después de otros proyectos y la creación de la MSP, que finalmente fue la compañía que construyó la línea completa de Ponferrada a Villablino, inaugurada en 1919, se solicitó y concedió como ferrocarril público un ramal entre Villablino y Villaseca de Laciana. Este tramo fue inaugurado el 4 de mayo de 1920. El ramal constituía un eslabón más en la cadena de producción de carbón que desde su extracción en tajo hasta casi su consumidor final nunca abandonaba el ferrocarril como medio de transporte: Primero en vagonetas mineras, transbordado luego al ferrocarril de vía métrica y finalmente al de Norte-Renfe.
Al inicio del plano inclinado en vía métrica, las locomotoras Baldwin PV1 y PV2, protagonistas habituales de las maniobras en los ramales de Caboalles y Villaseca. Bryan Syddall, en el libro El F.C. de Ponferrada a Villablino y la minería en El Bierzo.
Unos metros más adelante de la foto anterior, caminando hacia Villablino, se aprecia en esta imagen de Javier Fernández López el destino del plano inclinado de vía métrica.

Este ramal y el de Caboalles funcionaban como afluentes de pequeños cortes de material cargado de carbón, procedentes de los múltiples cargaderos y apartaderos, que finalmente formaban los trenes completos que bajaban desde Villablino a Ponferrada. Por ello, la tracción estuvo a cargo principalmente de las locomotoras menos potentes, como fueron las Baldwin desde la llegada de la totalidad de las locomotoras tipo Engerth, o las diesel serie 600.
Una Baldwin se encarga de subir un corte de tolvas vacías por el ramal de Villaseca, en una fotografía de Javier Fernández López (Archivo Museo F.C. Asturias) del año 1979.
El ramal estuvo en funcionamiento hasta inicios de los años noventa, cuando comenzó la reforma integral de la línea y su sistema de producción. Con la creación del lavadero de Villablino, todas las minas y los cielos abiertos de la zona llevaban su producción en camión, transportándose por la línea ferroviaria el carbón ya lavado, a diferencia del sistema usado desde el principio del ferrocarril. Esto supuso a su vez el progresivo abandono de las interesantes redes de ferrocarril minero.
El Club Xeitu Laciana nos muestra en su perfil Facebook varias imágenes del estado actual del ramal, en el que profundizaremos en la segunda parte de este texto. La vía se conserva íntegra, y tan solo la exhuberante vegetación de la zona ha invadido parcialmente la traza.
El último uso ferroviario del ramal ha sido el apartado de varias tolvas de tipo antiguo, a la altura del apartadero de Sosas de Laciana, que forman parte del lote subastado en su día por la Junta de Castilla y León. Su actual propietario hace tiempo que las ha retirado de esa ubicación.

Descripción del recorrido

Existe continuidad de la línea principal desde Ponferrada hacia Villaseca, pues el ramal de Caboalles salía en dirección contraria siendo necesario un cambio de sentido del tren. De esta forma, tras la estación de Villablino y el cargadero procedente del “Transversal de Villablino”, se llega al actual lavadero de carbón y origen de los actuales trenes cargados descendentes hacia Cubillos del Sil.
Esquema de Pedro Pintado con la visión en conjunto de los ramales de vía métrica de Caboalles y Villaseca y las redes más importantes de vía minera a las distintas explotaciones carboníferas de interior. Plano: spanishrailway.com
La vía continúa, conservada en todo el trazado con tan solo la esperable invasión de la naturaleza en un entorno tan rico medioambientalmente, en los poco más de siete kilómetros de su longitud.
El trazado continúa como la línea general, el remonte del río Sil, ya próximo a su nacimiento y con unas características orográficas ya más difíciles para el establecimiento de una línea ferroviaria.
Cerca del kilómetro y medio, se presenta el apartadero de Sosas de Laciana, en su día con una vía de sobrepaso y otra en topera que cruzaba la carretera actual, en donde hoy solo queda un solar sin uso.
Imagen de Javier Fernández López durante el congreso de la Federación de Asociaciones de Amigos del Ferrocarril en 1978, que tuvo lugar en El Bierzo, con la visita a las instalaciones del final del ramal de Villaseca.

Y al otro lado del edificio de la foto anterior, como se puede ubicar por la estructura de la cinta tansportadora de carbón.
El paso cerca de Rioscuro se hace por una angostura del valle en la que la carretera hacia Villaseca gana altura repentinamente, y por encima del ferrocarril cruza un puente con la carretera a La Magdalena y el acceso al pueblo. Tras este paso, el ferrocarril es el que cruza el río Sil por primera vez con un puente metálico. Otros puentes de distinta longitud y el cargadero “Arias” atraviesa la línea, faldeando el estrecho valle, hasta su llegada a Villaseca de Laciana, punto en donde convergían gran parte de los ferrocarriles de tipo minero de esta parte de la montaña, varios de ellos mediante planos inclinados. Estrechas curvas de hasta 80 metros de radio y una altitud máxima alcanzada de 1.075 metros son algunos de los extremos en las características del ramal.

Localización del ramal


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