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| Tractor procedente de la red de la compañía guipuzcoana Cementos Rezola, intercambiada por el Museo Vasco del Ferrocarril con la locomotora de vapor PV12. |
Breve historia de la locomotora
Derivaremos a quien desee profundizar más en el tema al estupendo artículo que Juanjo Olaizola publicó en la revista Carril número 39, de marzo de 1993, en donde se desgrana con detalle la historia de la red ferroviaria a la que perteneció esta pequeña locomotora, la de la compañía Cementos Rezola. No obstante, daremos dos pinceladas de la misma en esta entrada.
Se fundaba en enero de 1900 la empresa origen de Cementos Rezola, S.A., tras el comienzo desde hacía cinco décadas de la producción de cementos naturales y artificiales en la provincia de Guipúzcoa, siendo la que nos ocupa la tercera empresa española en producir cemento Portland. A pesar de que existía una primitiva red ferroviaria de ancho 60 cm. en la primera factoría de la compañía, la construcción de una nueva fábrica cercana a las líneas de F.C. Vascongados y tranvía de San Sebastián a Tolosa llevó a montar una nueva red ferroviaria con el ancho de vía de estos ferrocarriles, el métrico.
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| Fotografía de la revista Carril 39, página 41, con el siguiente pie de foto:
La locomotora SCHOEMA Nº3 con dos vagones basculantes con una excavadora en el año 1956 trabajando en la cantera. Archivo Museo Vasco del Ferrocarril.
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Con locomotoras de vapor propias, alquiladas a Ferrocarriles Vascongados, y furgones automotores eléctricos procedentes del tranvía San Sebastián-Tolosa, la empresa gestionaba la red interior entre la cantera y la factoría, y el ramal exterior de salida de productos, hasta finales de los años 60 en que el ferrocarril fue totalmente sustituido por los sistemas de transporte actuales. Anteriormente, debemos citar que el ramal hacia Ferrocarriles Vascongados no fue electrificado, pero la red interior si, a una tensión de 600 V. c.c., e incluso entre 1951 y 1958 se usaron trolecamiones para el transporte desde las canteras de Andoain.
Además de las locomotoras que simplemente entraban al ramal pero no pertenecían a Cementos Rezola, esta compañía poseyó tres locomotoras de vapor, la Nº1 adquirida en 1901 y desguazada en los años cincuenta, la Nº2 (Freudenstein 60/1901) 020WT que aguantó hasta el final del ferrocarril, y la alquilada a FV Nº181 “Aitzgorri” 040T de Krauss hasta comienzos de los sesenta.
La empresa adquirió el furgón-automotor 4 del tranvía de San Sebastián a Tolosa, hasta su cese en el servicio en 1968 y desguace en 1973.
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| Fotografía de Ralf Aroksalasch en la tabla del Museo del Ferrocarril de Azpeitia en listadotren.es |
En el apartado de locomotoras diesel, de la pionera, que fue desguazada, apenas se pudieron encontrar datos para el artículo de Carril. Posteriormente se adquirieron las D.2 y D.3 en 1955, construidas por Shoema, con financiación de la Ayuda Americana. Al desaparecer la red ferroviaria, ambos tractores fueron adquiridos en 1973 por la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Guipuzkoa, que se las arrendó a Feve, y luego a Euskotren, hasta su cesión definitiva al Museo Vasco del Ferrocarril, en Azpeitia.
La llegada a El Bierzo
Con la creación del Museo del Ferrocarril de Ponferrada, comenzó la definición de su exposición, en su apartado más importante que era el del material ferroviario real. Como hemos visto en la entrada anterior sobre las locomotoras indultadas y castigadas, se realizó una selección de aquellas que merecían ser restauradas y expuestas, y las que deberían esperar a una oportunidad posterior. Sin entrar en más detalle, se escogió un modelo distinto de casi todas las locomotoras existentes en el parque de vapor del ferrocarril berciano, así como algunos vagones.
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| La locomotora recién llegada, con su compañero por muchos años el Furgón Ambulancia. Por las fotos posteriores se observa un cambio de tono en el color verde con el que vino de Azpeitia. |
Se unieron entonces dos hechos, por un lado la necesidad del Museo de Ponferrada de disponer de un vehículo capaz de desplazarse por si mismo, para futuros movimientos internos de material en el recinto, y para desplazamiento como atractivo al visitante a lo largo de las instalaciones. Todas las locomotoras a restaurar lo eran de vapor y ninguna de ellas con destino a su funcionamiento.
Por otro lado, se abrió la puerta, tímidamente por lo visto 15 años después, a algún intercambio con algún otro Museo o institución.
Por esta doble necesidad, el Museo del Ferrocarril de Azpeitia consiguió la cesión de la herrumbrosa PV12, que posteriormente logró poner en funcionamiento tras una compleja restauración funcional, y a Ponferrada llegó uno de los dos tractores de Cementos Rezola, pues el centro vasco conserva el otro, idéntico, también en funcionamiento.
Ya en Azpeitia la locomotora portaba en sus laterales unas letras en latón indicando “A.G. 1”, y como tal se han conservado en Ponferrada, cuestión que ha dado en alguna ocasión a la confusión con la empresa local “Antracitas de Gaiztarro”, con la que, como vemos, no tiene nada que ver. Más bien entendemos que las siglas se refieren a la Asociación de Guipúzcoa.
Funcionamiento en El Bierzo
Desde el momento de su traslado, escasas han sido las ocasiones en las que el tractor ha prestado servicio efectivo. La primera de ellas fue, por supuesto, en el acto de inauguración del Museo, el 26 de mayo de 1999, momento en el que fue encendido y pilotado por uno de los impulsores del Museo, el exconcejal y exmaquinista de Renfe, ya fallecido, D. José Luis Iglesias. En su interior trasladó al entonces Alcalde de Ponferrada, el conocido D. Ismael Álvarez.
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| El Alcalde en 1999, Ismael Álvarez, saliendo del "tren inaugural". A la derecha y de espaldas, el sucesor y alcalde hasta 2013 Carlos López Riesco. |
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| Parte de los asistentes y organizadores de la Asamblea de Aimfetur en Ponferrada, de mayo de 2000. |
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| Saliendo del Museo con el Furgón Ambulancia, asomado el ex-concejal, promotor del Museo y primer Presidente de la Asociación Berciana de Amigos del Ferrocarril, D. José Luis Iglesias. |
Desconocemos si con motivo de visitas de colegios o instituciones el tractor volvió a circular para transporte de visitantes. Al menos, existe constancia de que semanal, o mensualmente, el tractor se arrancaba para conservar sus órganos engrasados y batería útil. Esta saludable práctica se tuvo que dejar de hacer al cerrar la lonja ferroviaria con las cristaleras actuales, para evitar la emisión de humos de la combustión de la locomotora.
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| Vehículo dresina construido para acompañar al tractor de Cementos Rezola en sus limitadas excursiones por el Museo. |
En 2004, el Ayuntamiento encargó a Mecalper, la empresa ubicada en Carracedelo que se ocupó también de la restauración de las locomotoras de vapor del Museo, la construcción de un pequeño vagón de dos ejes, de reducido tamaño, tipo jardinera, con dos asientos corridos opuestos entre sí, y cuatro pequeñas portezuelas. Se pensaba utilizar el vagón como coche de acompañamiento del tractor para pequeños desplazamientos por el museo, pero hasta el momento su uso ha sido más bien escaso. El reducido gálibo del vagón obligó a suplementar el andén en su zona de parada para facilitar el acceso de los viajeros.
El tractor volvió a moverse por las vías del museo, pero ya no de forma autónoma, durante el traslado de la PV19 de Cubillos del Sil a Ponferrada, en enero de 2010.
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| Durante la introducción en el Museo de la locomotora PV19, fue necesario sacar, con la sirga que se ve en la imagen y arrastrados con una retroexcavadora, al pequeño tractor y su fiel acompañante durante un rato, para luego ser introducido de nuevo. |
Sería interesante volver a poner en funcionamiento este interesante tractor, complementando el interés que crea cualquier actividad en el Museo, como se demostró durante el encendido de la PV31 en mayo de 2013.
De interés sobre Cementos Rezola:
- Artículo de Juan Peris: http://www.spanishrailway.com/2012/03/23/ferrocarril-de-cementos-de-rezola/
- Museo del Ferrocarril de Ponferrada en listadotren.es http://www.listadotren.es/museos/series.php?id=5
Entonces ahora el Museo no tiene salida al exterior?
ResponderEliminarEl Villalbino
Con las obras financiadas por el Plan E, se construyó en la parte trasera del recinto del Museo un nuevo edificio, casi diáfano y del mismo estilo constructivo que la lonja, para exposiciones temporales y uso artístico, por ello su nombre es "estación-arte". Se aprovechó a cementar el espacio restante entre ambos edificios que anteriormente estaba con arena. El resultado es que las vías fuera del edificio se acortaron, pero el espacio está ahora urbanizado. El espacio lo puedes ver por google maps/earth, y la zona cementada en fotos del encendido de la PV31 del mayo pasado en google.
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