El 26 de mayo de 1999 se inauguraba el Museo del Ferrocarril de Ponferrada. Hoy estamos de aniversario, y para celebrar los tres lustros de la apertura del centro, dedicamos una serie de artículos del presente blog a este centro cultural municipal, comenzando por la propia historia del Museo y el acontecimiento de su inauguración. (Web del Museo)
Edificios de exposiciones (Antigua estación MSP en Ponferrada) y lonja para la colección de vehículos, en foto reciente. |
La génesis del Museo
Primeros años noventa, el vapor hacía muy poco que desapareció de las vías del ferrocarril de Ponferrada a Villablino y la compañía propietaria del ferrocarril, en una no habitual sensibilidad a la propia historia de la compañía, decide almacenar todas las locomotoras de vapor, apartadas del servicio, en la playa de vías de la estación de viajeros de Ponferrada, sin tren correo desde 1980. Lo lógico hubiera sido destinar al desguace todo lo inservible, habitual en la mayoría de redes ferroviarias de nuestro país. Aquí además se conservaron las PV19 y PV31 a resguardo en un cocherón de Cubillos del Sil, en mejores condiciones de conservación.
El conocido historiador D. José Antonio Balboa de Paz, más un conjunto de profesionales del ferrocarril y aficionados al mismo, realizan un inventario del material conservado, con fotografías y detalles de su situación técnica, y comienzan a hacer notar, a través de los medios de comunicación, la oportunidad única de poder conservar todo el patrimonio disponible, y la necesidad de crear un museo para albergarlo, y para dar a conocer a futuras generaciones la importancia social que supuso la existencia de la MSP en la historia de la ciudad de Ponferrada.
Una de las Baldwin esperando destino, con la lonja del museo del ferrocarril ya construida. |
Dos años después de la fundación de la Asociación Leonesa de Amigos del Ferrocarril (ALAF), varios de sus directivos, así como el propio D. José Antonio Balboa y varios aficionados y ferroviarios bercianos, fundan la Asociación Berciana de Amigos del Ferrocarril, que llega a reunir más de 50 socios en los primeros meses. Sus objetivos eran claros: Conseguir la creación de un museo ferroviario en Ponferrada, y promocionar la creación de un tren histórico con tracción vapor entre esta ciudad y Villablino.
Igualmente a la existencia de las locomotoras, en una poco común decisión política, se decide dotar presupuestariamente la creación del Museo del Ferrocarril, para lo que se diseña una nueva nave que permita cuatro vías y tres andenes a cubierto, y la rehabilitación del edificio de estación para el nuevo uso. El primer director del Museo del Ferrocarril de Ponferrada iba a ser D. José Luis Iglesias López, ex concejal por PSOE en el Ayuntamiento ponferradino, jefe de maquinistas en Renfe, presidente de la asociación de amigos del ferrocarril y principal impulsor de la creación del centro. Tras las elecciones municipales de 2005, se reordenó la dirección de los Museos de Ponferrada, quedando el nonato del ferrocarril integrado en el conjunto de los demás de la ciudad, y todos bajo la dirección única de D. Jesús Courel, quien siguió con la tarea hasta 2010.
La PV14 siendo izada para su traslado a los talleres Mecalper en Carracedelo, en febrero de 1998. Foto cedida por Grúas Hermanos Sánchez. |
Paralelamente a la gestación del Museo del Ferrocarril se decidió la reordenación urbanística de la zona, en esta ocasión lamentando el completo levante de las vías y cercenando para siempre la continuación y salida de los trenes del Museo hacia su línea de Villablino. La zona de talleres, clasificación y transferencia con Renfe fue repartida a partes iguales entre zona comercial y residencial, atravesadas por la nueva avenida de los escritores, y la zona de lavaderos y fábrica de briquetas por una zona industrial, denominándose las parcelas como PP3 y PIB (Parque Industrial del Bierzo) respectivamente. Quedaba el Museo aislado, con tan solo unos metros de vía al aire libre fuera de la nave de exposición.
Presupuestariamente, las cifras que manejaban los medios de comunicación de aquellos años previos a la apertura indicaban unas inversiones de 72 ó 77 millones de pesetas para la restauración de 6 locomotoras, que incluían los 41 que costó reparar la PV31 para su completo servicio activo. Los edificios contaron con 177 millones de pesetas, de los cuales 35 se destinaron a la rehabilitación de la estación original.
Conjunto de bastidor y rodaje completo de una de las Baldwin restauradas para el museo del ferrocarril, en las instalaciones de Mecalper. |
Locomotoras por un lado, edificios por el otro
De todo el conjunto de locomotoras se escogió aproximadamente una de cada tipo para ser restaurada “de forma cosmética” según los medios de la época. Una Baldwin seccionada para mostrar el funcionamiento de una locomotora de vapor de forma similar a la Mikado del Museo de Madrid Delicias, otra Baldwin completa, dos del tipo Krauss-Engerth, la Tubize PV41… En total siete locomotoras que incluyen la 51 de vía ancha y la PV31 que fue restaurada para su completo funcionamiento. Los trabajos de restauración de las locomotoras fueron exquisitamente desarrollados por el taller Mecalper S.L. de Carracedelo, cuyos propietarios tuvieron relación con la MSP de los tiempos del vapor. Las primeras cuatro locomotoras marcharon hacia el taller de Mecalper el 27 de febrero de 1998, llegando completamente restauradas el 12 de febrero del año siguiente.
La introducción de las locomotoras de vapor en la lonja ferroviaria se hizo con los vehículos rodando, con la ayuda del camión de la empresa restauradora. |
Las locomotoras que no fueron “indultadas” de su lenta oxidación fueron necesariamente trasladadas de su ubicación en la playa de vías de Ponferrada-MSP. Había que dejar hueco a la construcción de la nave con cuatro vías. Estas locomotoras fueron apartadas en la zona entre muro y vías de ADIF a un kilómetro aproximado del Museo del Ferrocarril. Hemos hablado en esteblog sobre las mismas.
Las primeras locomotoras introducidas en el museo apenas han sufrido cambios de ubicación desde la apertura del museo. En la foto, introducción de las dos Baldwin. |
Por otro lado, y despejada la zona, se comenzaron las tareas de rehabilitación de la abandonada estación y la nueva nave, recibiendo esta el curioso nombre de lonja ferroviaria. Sobre estos edificios trataremos en el próximo capítulo.
La inauguración
Llegó el gran día. Locomotoras restauradas, colección permanente colocada, se escogió el día 26 de mayo de 1999 para los actos de inauguración pública con personalidades. La Asociación Berciana de Amigos del Ferrocarril de D. José Luis Iglesias se quejó posteriormente en medios de comunicación de que se le había negado la entrada a dicho acto a todos los socios de dicha agrupación, después de ser el principal grupo de promoción de la creación del museo, que no obstante entraron posteriormente con el resto del público en general en la parte del acto de puertas abiertas. Fue sin embargo el propio Sr. Iglesias el que condujo el tractor de Cementos Rezola con el Alcalde en su interior en el corto viaje de demostración hecho en el acto.
Tres lustros de Museo
No ha sido muy agitada la vida de este museo desde su inauguración. Su localización, alejada de todos los demás centros museísticos de la ciudad, del casco histórico y de todos los puntos de interés turístico hacen que su visita sea planificada a propósito, lo que unido a una discreta actividad interna hacen que la cantidad de sus visitantes sea moderada y estable con los años.
Desde sus inicios, mínimos han sido los cambios de su colección permanente, con el añadido de algunas piezas donadas con los años. Al mes de la apertura del centro, una noticia en medios locales cifraba en casi 2000 las visitas de los primeros 30 días, citando a modo de curiosidad el precio de la entrada ordinaria de 300 pesetas y los horarios del Museo que ya han sufrido varios cambios.
Quizá haya tenido mayor movimiento la colección de vehículos. El Museo se inauguró faltando una de las locomotoras restauradas, la MSP 51 de vía ancha que se incorporó meses más tarde. Ya entre 2010 y 2011 tuvo lugar un intercambio por el cual llegaron al Museo las locomotoras PV19 y PV31, mientras que salieron del mismo las de vía ancha 53, 54 y 55. Otras entradas y salidas fueron, por ejemplo, la llegada de un nuevo vehículo construido por Mecalper para acompañar al tractor de Cementos Rezola, y la salida de los bastidores de furgón de correos, mixto primera/segunda y dos furgones, para permitir la liberación de la parte trasera de la lonja.
Al año siguiente de ser abierto, el Museo de Ponferrada fue sede de la reunión anual de la Asociación Ibérica de Museos y Ferrocarriles Turísticos, AIMFETUR, que también incluyó un viaje especial con un tren de viajeros y locomotora diesel entre Cubillos y Villablino.
La PV22, de la que hemos hablado recientemente en este blog, acompaña a la PV14 en la recepción de los visitantes a la colección de la lonja, pues están situadas en la entrada al edificio. |
El Museo del Ferrocarril permaneció cerrado al público entre el 1 de mayo de 2010 y el 18 de marzo del año siguiente, periodo en el cual tuvieron lugar sus más importantes obras hasta la fecha. Gracias al denominado “Plan E” del Gobierno Zapatero, se construyó un edificio de nueva planta en la parte trasera del recinto dedicado a exposiciones temporales y actos de cualquier tipo, denominado “estacionarte”. A la vez, se cementó el espacio exterior de vías, se cerró con cristaleras toda la lonja y se habilitó un nuevo espacio multiusos en la mitad posterior de la lonja, mediante la cubrición del hueco de vías con tableros.
Ya en periodo más reciente, el mes de mayo de 2013 marca el inicio de una nueva etapa de actividad en el Museo, con el primer encendido y movimiento de la locomotora de vapor PV31, lo que significa que más de 20 años después un vehículo de vapor se mueve en esta estación, y complementa al pequeño tractor Cementos Rezola para ser dos los vehículos que se pueden mover en el centro, pese a que solo puedan evolucionar unas decenas de metros.
La conocida PV31, que ya en el ferrocarril era la locomotora más famosa, fotografiada y recordada por protagonizar casi en exclusiva la tracción del tren correo, es ahora en el museo del ferrocarril su buque insignia. Es la única locomotora de vapor que se conserva en el centro en funcionamiento, y de hecho se ha encendido por primera vez allí en mayo de 2013. Durante 2014, varios socios de la Asociación Cultural Ferroviaria Berciana han dedicado varias jornadas a su mantenimiento mecánico y estético, de cara a facilitar futuros encendidos de la locomotora. |
· Tabla de vehículos de este museo con extenso detalle en la web listadotren.es: http://www.listadotren.es/museos/series.php?id=5
· Vídeo en Youtube con una visita guiada de 5 minutos de duración por el Museo:
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