miércoles, 21 de julio de 2021

Cuando las locomotoras del P.V. bebían (2 de 2)

Hemos conocido en el texto anterior la necesidad de las locomotoras de vapor de garantizar un suministro de agua adecuado para el servicio a realizar. También las distintas formas que hubo en el Ponferrada-Villablino para servir el líquido elemento en los puntos estratégicamente necesarios. Hoy localizaremos geográficamente dichos puntos, y veremos brevemente cómo se las arreglaban en el ferrocarril de vía ancha de nuestra comarca.

Frenética actividad a media tarde en la estación de Ponferrada. En primer término, la grúa hidráulica que abastecía de agua a las locomotoras que realizaban incesantes movimientos de maniobras, o se preparaban para llevar un tren.

Localización de tomas de agua en el P.V.

El denso entramado de vías de las instalaciones de Ponferrada comprendía la estación de viajeros, los talleres, la zona de descargue a los ferrocarriles de vía ancha, lavadero de carbón, fábrica de briquetas y ramales a la escombrera y a la central térmica de la M.S.P. 

Imagen de Ernie Brack con dos locomotoras de vapor en la estación de Ponferrada, y la grúa hidráulica de la playa de vías, con un largo brazo para poder abarcar sin problemas las dos vías adyacentes.
Otra imagen de Ernie Brack con una Baldwin en Ponferrada, y la grúa hidráulica dispuesta a proporcionar agua a cualquier locomotora que se le acercase.

Con tal cantidad de vías, aparentemente sorprende que solo se dispusieran tres grúas hidráulicas en todo el recinto. Dos de las grúas se situaban en los talleres. La tercera se situaba entre las vías 1 y 2, al lado de una de las torres de iluminación. Las tres grúas, y posiblemente varios usos internos del taller también, eran alimentados desde un elevado depósito de hormigón armado situado junto a las naves del taller. Este depósito también alimentaba una grúa situada en la zona de vía ancha.

Kees Wielemaker captó a esta locomotora Baldwin dedicada a las maniobras en Ponferrada, durante una pausa en su trabajo. Goteando, a la izquierda de la foto aparece la grúa hidráulica situada en el taller de Ponferrada.

Obviando la línea original por Congosto, estación en la que existía un pequeño depósito para abastecimiento a locomotoras de planta cuadrada similar al de Santa Cruz, el siguiente punto de toma de agua era la estación de Cubillos del Sil. Las locomotoras que operaban en el ramal de Compostilla I se cargaban a manguera en el final del ramal. En Cubillos, el agua provenía de un edificio con varios almacenes y una caseta de control, situada unos centenares de metros por encima del edificio de estación, en la loma entre viñedos. Por gravedad alimentaba dos grúas situadas entre las vías 1 y 2, en los extremos de los andenes. Más adelante, se instaló una tercera para uso de las locomotoras del ramal Compostilla II que evitaba maniobras.

Entre la niebla, una Macosa discurre por las vías de Cubillos del Sil, junto a una de las tres grúas hidrálicas con las que contó esta estación, y desde hace pocas fechas desaparecida por robo.

No hay más tomas hasta Matarrosa (P.K. 33,123), aunque nuestros ferroviarios jubilados nos cuentan que en la actual Alinos, el cargadero de Antracitas de Gaiztarro, se cargaban las locomotoras que allí hacían maniobras mediante una manguera. Quizá sea la de Matarrosa la toma de agua más conocida y fotografiada del ferrocarril. Matarrosa se encuentra a mitad de camino entre Ponferrada y Villablino, y por ello era punto de repostaje casi obligado de los trenes de viajeros. Y delicioso acto para los fotógrafos. Matarrosa es, como vimos en el texto dedicado a esta estación, un depósito cilíndrico de hormigón con base de mampostería de piedra, y brazo de alimentación directamente adosado al depósito. Con su brazo candado para evitar movimientos que interrumpan el gálibo de los trenes en circulación, nos comentaba algún ferroviario que a mediados de los noventa se revisaron todas estas tomas con el objetivo de usarlas si en algún momento volviera el vapor, como atractivo turístico.

Depósito con brazo de grúa hidráulica de la estación de Matarrosa del Sil. Parada obligada del correo para repostar agua. Esta instalación se encuentra en buen estado de conservación, mejor que el edificio de viajeros, más adelante en la foto, como pudimos observar en el artículo correspondiente de este blog.

Figura en los perfiles de vía un depósito de agua apenas medio kilómetro más adelante, PK. 33,688, ya pasados todos los cargaderos de la estación, del que no conocemos más detalle.

Santa Cruz del Sil (P.K. 36,148) dispone otro depósito similar, pero de planta cuadrada y menor altura, también situado al punto habitual de parada de la locomotora que a la vez deja los coches de viajeros en el andén de la estación.

Depósito de planta cuadrada con brazo directo a la vía general en Santa Cruz del Sil. El depósito situado en la desaparecida estación de Congosto debió ser similar a este.

No disponía Páramo del Sil de toma alguna, pero nos comenta el maquinista jubilado Roberto Alonso, quien también nos ha proporcionado otra gran cantidad de los datos expuestos, que hacia finales de los años setenta, se instaló una grúa a la altura del piquete de las vías lado Villablino.

En la angosta situación de Corbón del Sil, apeadero en el que los viajeros se debían bajar directamente a la carretera por ausencia de andén, también existe unos metros más adelante un depósito de planta cuadrada y tres alturas, de hormigón coloreado de verde, también con grúa adosada directa a la vía. Es un claro ejemplo de aprovechamiento de un caudal natural cercano que condicionó la situación de la instalación, cerca del apeadero, pero realmente en plena vía.

Pocos metros línea arriba del apeadero de Corbón del Sil se encuentra este depósito, de nuevo con brazo de alimentación al tren incorporado, y que aprovecha un curso de agua existente.

Saltamos Palacios sin ninguna instalación de toma de agua y nos vamos hasta Cuevas del Sil, con una grúa hidráulica entre las vías 1 y 2 de la estación. Avanzamos hasta las cercanías de Villarino, en donde se aprovechó otro regato de caudal suficiente para montar un pequeño depósito (P.K. 57,376). Roberto nos cuenta que este era de escasa capacidad, y solo era usado en casos de emergencia.

Dos trenes cruzándose en la estación de Cuevas del Sil, y en el medio de las dos vías, una grúa hidráulica, hoy desaparecida. Fotografía de Ernie Brack publicada en su Flickr.
David Zamorano ha encontrado los restos del depósito de agua auxiliar, de menor tamaño y escaso uso, situado en las cercanías del apeadero de Villarino.

Villablino contaba con tres tomas de agua, una de ellas era de nuevo directa desde el depósito, de construcción similar al de Matarrosa. En su parte inferior disponía de una caseta en la que se encontraba la instalación de elevación de agua, que al parecer montaba un travieso térmico de protección eléctrica que había que tener muy vigilado. No eran extrañas las ocasiones en las que el agua vertía por la parte superior, o se encontraban el depósito vacío, nos cuentan.

Depósito de agua de Villablino, similar al de Matarrosa del Sil, con una caseta adosada.

No había más instalaciones en los ramales de Villaseca o Caboalles, aunque en este último habían montado un simple tubo de alimentación a la altura de Villager.

La grúa hidráulica de Villablino, en la foto en pleno funcionamiento, tampoco debía tener mucho descanso, por la intensa actividad de aquella estación en tiempos del vapor. Fotografía de Didier Duforest.
Didier Duforest captó otra foto en Villablino, y como la anterior en abril de 1983, con otra de las grúas hidráulicas de la zona. Los ferroviarios aprovechan a rellenar arena, a limpiar la caja de humos y a realizar otras pequeñas tareas para dejar las locomotoras listas para un nuevo viaje.

Instalaciones de la vía ancha

En la exigente rampa de Brañuelas ocurría al contrario que en el P.V.: los trenes cargados eran ascendentes, y por tanto su consumo de agua y carbón mayores que en un perfil llano. El intenso tráfico, las características de la línea y la presencia de reservas de tracción en Torre del Bierzo, Brañuelas y depósito en Ponferrada, hicieron abundantes en su momento las instalaciones relacionadas con el abastecimiento de agua.

Impresionante estructura de hormigón para los dos depósitos de agua elevados en las instalaciones ferroviarias de "La Placa" en Ponferrada, hoy supervivientes en una zona de alto valor patrimonial, pero en grave decadencia.

La temprana electrificación de estas líneas no acabó con todos los restos arqueológico-industriales de depósitos y grúas hidráulicas, pero sí han desaparecido gran cantidad de ellos. Mostramos algunos ejemplos, como los dobles depósitos de la estación de Ponferrada (Ya derribados) y los de las instalaciones de La Placa, o la grúa hidráulica que se conserva en Ponferrada.

Parecidos a los dos depósitos de La Placa eran los ya desaparecidos de la estación de Ponferrada, que se situaban en el actual aparcamiento reservado para personal de ADIF. Son visibles tras la locomotora de este tren diurno que pasó por la estación en torno al año 2000.
Los dos depósitos de la imagen anterior eran alimentados desde una toma en el cauce del río Sil, y cuya maquinaria se encontraba en un edificio apodado con el original nombre de "La aguada". Este es su estado actual, amenazando ruina, en las cercanías del puente ferroviario sobre el Sil.
En la estación sobrevive esta grúa hidráulica, en bastante buen estado, y perteneciente a uno de los modelos normalizados más extendidos de la red.

Una última curiosidad: La manguera adosada al edificio de carga del Coto Wagner en San Miguel de Las Dueñas, para uso de las locomotoras de maniobras de MSP.

Ed Kaas captó a la MSP 54, locomotora de vapor de vía ancha, en una pausa de sus trabajos en el cargadero de mineral de hierro del Coto Wagner en San Miguel de Las Dueñas. La manguera adosada a la columna de la derecha era la improvisada toma de agua de la locomotora para su quehacer diario.

1 comentario:

  1. Un artículo muy interesante y trabajado. La fotos, estupendas. Gracias por el guiño.

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