viernes, 5 de junio de 2015

El simulador de conducción de Feve

De los objetos más peculiares que se encuentran conservados en el Museo del Ferrocarril de Ponferrada, nos fijamos en un simulador de conducción, procedente de la empresa estatal Feve. Este voluminoso aparato se expone sobre una de las plataformas serie N de dos ejes del ferrocarril Ponferrada-Villablino, donde descansa tras una historia llena de traslados por toda España.
El simulador de conducción de Feve aparece al visitante nada más entrar en la lonja de exposición de vehículos, sobre una plataforma serie N del Ponferrada-Villablino.

Historia del simulador
Todo comenzó con la Expo 92 de Sevilla. Para el Pabellón del Principado de Asturias, en la zona de pabellones de todas las comunidades autónomas españolas, Feve encargó un simulador de conducción de manejo muy sencillo, con carcasa exterior que recordaba a uno de sus trenes. La idea era facilitar a todo tipo de visitantes la sensación de conducir un tren de verdad en una cabina con mandos similares a los reales, para todo tipo de edades. Nada parecido a los actuales simuladores profesionales; se trataba de una simple atracción turística. Cuenta la hemeroteca que “El Rey Don Juan Carlos no pudo evitar subirse en el simulador y realizar un viaje en el mismo” en su visita al pabellón, en ABC del 26 de septiembre de 1992.
Finalizada la Expo 92, que tuvo lugar entre el 20 de abril y el 12 de octubre de aquel año, comenzó la diáspora de gran parte de sus elementos expositivos e incluso edificios completos. De hecho, el pabellón del Principado de Asturias se encuentra montado ahora en Gijón, a la ribera contraria del río Piles a la altura del estadio de fútbol de El Molinón.
Esta imagen y la siguiente, procedentes de la revista Hobbytren, en su número 14 de 1994, en artículo de Jorge Arturo Venegas, página 32. Se trata de la exposición "Cien fragmentos de segundo" celebrada en la estación de Barcelona-Término.
Pero el simulador optó por hacer su particular vuelta a España. Desde 1993, Feve colaboró con la exposición “Cien fragmentos de segundo”, fotográfica del reportero gráfico Antonio Gabriel, fallecido en 1995. La exposición mostraba imágenes de sus años de trabajo para distintos medios, desde 1957, hasta 1993, año en que trabajaba para El País. Aunque la exposición visitó muchos lugares en España, no tenemos constancia de que el simulador lo acompañara a todos sus destinos, pero si a algunos de ellos. Por ejemplo, en la Casa de la Moneda de Sevilla entre el 18 y el 31 de marzo de 1994, la Estación de Francia de Barcelona y la de Atocha en Madrid. La exposición también visitó la sala de exposiciones de Feve en Bilbao. Nos resulta muy atrevido afirmar que el simulador acompañó todas las presencias de la exposición, que se alargaron hasta al menos 1998.
Vista general de la zona de andenes de la estación de Barcelona Término con la exposición fotográfica y al fondo el simulador.
Lo cierto es que para la recopilación de material expositivo previa a la apertura del Museo del Ferrocarril de Ponferrada, este peculiar simulador acabó llegando a la capital berciana, donde permanece desde semanas antes a la apertura del centro, en mayo de 1999. Y aquí se encuentra desde entonces, en lo que 16 años después se ha convertido en su periodo de mayor estabilidad.
El simulador descansa desde mayo de 1999 en la plataforma serie N del Museo del Ferrocarril de Ponferrada.
Descripción del simulador
El simulador se compone de un gran armazón a tamaño real de un tren de vía estrecha, formado por paneles de fibra con simulación de la gran luna frontal y ventanas laterales, decorado con el esquema de los años noventa para las unidades eléctricas de la serie 3800, blanco con una franja verde. Un limpiaparabrisas y el teleindicador superior le aportan realismo. También se reproduce la portezuela del testero que en el simulador sirve para acceder a la zona de pantallas y ordenador. Exteriormente, al inicio mostraba la numeración “3817”, que fue cambiada por la actual “2457” correspondiente a un supuesto “Apolo” de Feve.
A la lonja se accede por la puerta que da acceso al andén central, pudiendo ver en primer lugar la locomotora PV14 a la derecha, y el simulador a la izquierda.
El interior se divide en dos zonas. Una cerrada posee el toldo de un retroproyector en donde aparece el vídeo del recorrido, iluminado por un cañón conectado al sistema de vídeo. Los equipos de sonido y el ordenador del sistema también se encuentran en esta parte totalmente oscura. Separado por un vidrio, se encuentra la segunda zona, abierta por su parte posterior, con la simulación de cabina con todos los mandos, y un asiento ergonómico.
Como siempre en el blog, haciendo clic sobre la imagen podremos hacer zoom sobre ella y apreciar con más detalle los distintos mandos del simulador, en el puesto del maquinista.
En otras localizaciones el simulador se encontraba a ras de suelo y no era necesaria más protección trasera que una simple cortina que evitara reflejos de luz en el interior. En Ponferrada el simulador se montó sobre una plataforma de la serie N de dos ejes, y posteriormente a la inauguración del museo, se tuvo que instalar una barandilla protectora. Hablaremos detenidamente en otra ocasión del vagón plataforma, que forma parte de la serie N-1 a N-12, construidos por Mariano del Corral en 1920.
Vista posterior del simulador, donde se hace patente la necesidad que hubo de dotar de barandilla al conjunto del simulador, y de la cortina que evita destellos en su interior.
La simulación consiste en un vídeo grabado en cabina en la zona entre Luarca y Cudillero, de la línea Ferrol-Gijón de Feve, que avanza más rápido o más despacio de acuerdo a la posición del mando de aceleración o freno, único, con seis puntos de tracción y otros seis de freno. Algunos de los indicadores, como el velocímetro, van de acuerdo a la marcha. También son funcionales el pedal de hombre muerto, la bocina o la seta de freno de emergencia, por ejemplo. Al simulador en sí lo acompañan tres pantallas originalmente, una en Ponferrada, que muestran exteriormente la actividad del “maquinista” y el recorrido por donde circula en cada momento. Todo el sistema informático fue preparado por la empresa asturiana Systelec, S.L.
El comentado no es el único simulador de su tipo, pues Feve experimentó con uno anterior que en la actualidad se conserva en el Museo del Ferrocarril de Gijón, en el automotor Brissonneau and Lotz, de cuando se encontraba expuesto como “El tren de los niños”. Este aparato estaba compuesto por un Magnetoscopio Umatic, con proyector de tres lentes, sonido mediante cintas casete y con funcionamiento mediante un autómata artesanal mediante relés.
Simulador conservado en el Museo del Ferrocarril de Asturias en Gijón, en el vehículo Brissonneau & Lotz. Este simulador es de tecnología y fabricación anteriores al de Ponferrada.
En la actualidad, el simulador de Ponferrada no se encuentra activo, debido a una avería que se encuentra en vías de solución, que se complica por lo obsoleto de su tecnología.
Queremos agradecer a Javier Fernández López la fotografía del simulador de Gijón y los datos sobre el mismo.

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