Santa Cruz del Sil era un enclave de transferencia para AFSA. El lavadero de La Recuelga que vimos en el texto del mes pasado era un paso intermedio en el traslado del carbón desde las minas hasta los clientes. Entre las instalaciones extractivas de Fabero y el lavadero, el carbón sin lavar viajaba por vía aérea, mediante teleférico, que una vez lavado se cargaba a los trenes de vía métrica del Ponferrada-Villablino. Veremos el recorrido de otro sistema de teleféricos mineros cercanos, de Minas del Bierzo, hacia la estación de Matarrosa del Sil, y el corto cable de Victoriano González en los siguientes textos.
Teleféricos de carbón
Teleférico, cable minero, tranvía aéreo, línea de baldes, son algunos de los nombres usados para un sistema de transporte guiado por cables, suspendido, movido gracias a una fuente de tracción externa o en algunos casos por gravedad, que resultaba ideal si el volumen de carga a transportar no era exagerado, y la orografía del terreno impedía por razones técnicas o económicas el montaje de un ferrocarril. Ya nos hemos dedicado en otras ocasiones en este blog a este tipo de instalaciones, cuando visitamos los dos cables mineros del Coto Wagner y el Coto Vivaldi, o nos referimos a los que llegaban al ferrocarril en Páramo del Sil y Matarrosa. Incluso con el efímero montaje de Compostilla II para transporte de ceniza.
De la misma forma, hemos obtenido el perfil del cable principal de La Reguera a Matarrosa de Minas del Bierzo. |
El Bierzo poseyó una abundante representación de este medio de transporte, como en general ocurrió en gran parte de las zonas mineras de nuestro país, y en previsión de describir otras instalaciones en el futuro en este blog, haremos en esta ocasión una breve introducción teórica del sistema.
Se trata de transportar mercancía en múltiples baldes de hasta una tonelada de capacidad, conducidos mediante un cable que se mueve a lo largo de una instalación suspendida en el aire mediante apoyos elevados del suelo. Aquí entramos en la variabilidad del sistema: El cable puede ser automotor (El descenso de baldes cargados puede hacer ascender los vacíos y mover todo el sistema por simple gravedad) o necesitar de apoyo motor externo. Un uso concreto pueden ser los cables de vaivén, o bicable alternativo. También puede tener un único cable tractor y portador móvil, o varios cables en los que se separa esta tarea: Los motrices móviles, los de sustentación fijos; Así se montan monocables (O sistema inglés), bicables o tricables. La longitud de la instalación puede hacer necesarias estaciones tensoras, con grandes contrapesos de hormigón, o estaciones de reenvío en las que los baldes se transfieren de un cable al siguiente por inercia. Los materiales utilizados también varían, pues las torretas de sustentación del cable pueden ser de madera, hormigón o celosía metálica. Los diámetros del cable, trenzados de acero, utilizados también varían de diámetro, pues el sentido de circulación de carga lo precisa mayor que el de retorno vacío.
Se puede considerar como inventor de los funiculares aéreos
al ingeniero de minas De Ducker, que construyó un transportador de ensayo en
1861 en Deynhausen con el incipiente sistema monocable, apareciendo el tricable
de la mano de Bleichert y Otto en 1873. Aunque empresas dedicadas al montaje de
estos ingenios existieron muchas, son comunes las Roe de monocables o Pohlig
para tricables. También existen, los menos, teleféricos para viajeros, y de
estos sí funcionan en la actualidad algunos en España. De este uso destaca el
montado por Torres Quevedo en 1907 en el tranvía aéreo de Monte Ulía, en Guipúzcoa
(Desaparecido) y su gemelo en las cataratas del Niágara.
A un cable minero no le afecta la orografía en el sentido de que no necesita obras de establecimiento más que la situación de los apoyos de las torretas. Un paso por una loma necesita muchos apoyos cercanos, pasacables o incluso túneles como en el caso del puerto de Cienfuegos (Cable de Tormaleo aPáramo del Sil), y sin embargo el cruce de un valle evita todo eso. Un cable puede salvar grandes desniveles con pendientes de hasta el 60%. Sin embargo, este sistema cuenta con la menor capacidad de transporte, en toneladas/hora, que el camión moderno, o ya no digamos un ferrocarril minero. España ha sido un país con gran cantidad de instalaciones de este tipo, sobre todo concentradas en comarcas mineras de montaña donde el despliegue de otro tipo de redes de comunicación resultaba más costosas o menos competitivas, pero bien por agotamiento de las minas, bien por su sustitución por otros modos de transporte más eficientes, todos ellos han sido clausurados, siendo el último en funcionar en España el de la factoría Solvay de Torrelavega.
Los teleféricos de Antracitas de Fabero
Un primer teleférico fue montado entre los grupos Maurín y Río, correspondientes a la denuncia “Lillo Lumeras” hasta las inmediaciones del Pozo Viejo. No se conserva ninguna de sus torres metálicas, tan solo alguna de sus bases, pues gran parte del recorrido sufrió un movimiento de tierras. Eran 1.200 metros de una instalación bicable que ascendía desde los 600 metros de altitud en su origen a los 742 de la zona del Pozo Viejo.
Pozo viejo, y el inicio del cable a La Recuelga en la posición del fotógrafo. Bordeando los edificios mineros de la derecha aparece la primera de las torretas del cable. |
El cable general transcurre entre el “Pozo Viejo”, entre Fabero y Lillo del Bierzo, y el lavadero de La Recuelga, en “El kilómetro 34 de la línea ferroviaria de Ponferrada a Villablino”, siendo un sistema monocable de 7,8 km. de longitud, y diferencia de cota entre extremos de 19 metros, a pesar de tener que remontar cotas mayores durante el recorrido. El origen se sitúa a 742 m.s.n.m. y el final a 732, pero hay puntos en el trayecto que superan los 950 m.s.n.m.
Algunas torretas sobreviven a las nuevas plantaciones de pinar por su cercanía a los caminos. |
Tramo inicial del cable general atravesando pastizales. |
Existían 95 castilletes metálicos en la instalación definitiva de 1945, pues existen referencias bibliográficas a una instalación anterior de menor capacidad sobre postes de madera, de la cual no hemos encontrado más datos. Los nuevos postes oscilaban entre los 4 y 30 metros de altura, describiendo distintas longitudes de vanos entre ellos de los cuales el mayor era de 250 metros. Circulaban 246 baldes de 360 litros de capacidad cada uno, siendo sus pesos 155 Kg. en vacío y 600 Kg. cargados. Siendo la velocidad del cable de 3 m/s, daba una capacidad de 380 t/h, que a tres turnos de trabajo y sin contar con los periodos de mantenimiento daría una capacidad teórica máxima de 300.000 toneladas anuales. Según las estadísticas de la propia empresa, Antracitas de Fabero mantenía una producción por encima de las 100.000 toneladas anuales desde 1943, el doble entre 1962 y 2002, con un máximo de casi 394.000 toneladas en 1958, cifras que harían rebasar el máximo teórico de capacidad del teleférico.
Origen del cable de Mina Julia, con los silos del cargadero en segundo plano. |
El mismo punto en una imagen antigua aparecida en un grupo de Facebook, archivo Juan Alegría, con el cable en funcionamiento. |
Interior del cargadero al cable. |
Al poco del inicio del cable se conservan dos castilletes metálicos. |
Tenemos indicios de un cuarto teleférico propiedad de esta empresa, entre el lavadero de La Recuelga y la actual escombrera en la ribera contraria del río Sil, seguramente para evacuación del material no aprovechable tras el lavado del carbón, del que no disponemos de más datos.
Mapa de los teleféricos mineros de la comarca berciana
Te falta el primer tranvia que iba de la Reguera al puente de Matarrosa de caballetes de madera de
ResponderEliminarminas Moro
cabavinieron los caballetes de cementocementoo