lunes, 6 de junio de 2022

La estación de Santa Cruz del Sil y el lavadero de La Recuelga (3/3)

Una vez conocidas las instalaciones industriales del entorno de Santa Cruz del Sil, toca adentrarse en la propia estación ferroviaria, incluyendo su entorno, los edificios que aún sobreviven, y las vías que se introducían en los distintos apartaderos.

Excepcional imagen del tren correo descendente a su paso por Santa Cruz del Sil, fotografía de Gricer1946 de Flickr.

Minas, escombreras y estación de Santa Cruz

Santa Cruz del Sil, como población, no tiene entidad suficiente como para necesitar una estación, y el cantón de circulación de trenes entre Matarrosa del Sil y Páramo del Sil se consideraba suficiente a la hora de proyectar la línea ferroviaria en 1919. Con el paso de los años, diversas empresas mineras del recorrido, o de un área de influencia más alejada como es el caso de la cuenca de Fabero que estamos narrando, fueron solicitando y creando apartaderos y descargues de carbón al ferrocarril de Ponferrada a Villablino, actuando este de tronco común convergiendo todos los carbones de sus clientes en las instalaciones de Ponferrada. La llanura aluvial del paraje denominado La Recuelga no estaba ocupada por la población de Santa Cruz, como dijimos en el texto anterior, y esto permitió, con una protección a las crecidas del Sil (B.O.E. de 1946), el establecimiento en el área de varias instalaciones industriales.

De Villablino hacia Cubillos del Sil, lo primero que nos encontramos de todo el conglomerado industrial de Santa Cruz del Sil es este paso a nivel, que había llegado a estar clausurado pese a contar con protección mediante señales luminosas, y desde el cese del servicio ferroviario se encuentra abierto al paso. Al fondo se aprecia el lavadero de La Recuelga. En esta zona se debería encontrar el apartadero "Modroño" según los planos disponibles y del que no queda rastro.
Vista general de la estación ferroviaria de Santa Cruz del Sil desde la pasarela superior que comunica la carretera con el interior de la zona industrial. A la izquierda y entre la frondosa vegetación debería estar el edificio de estación, hoy derribado, y a la derecha las diversas instalaciones y edificios de Dionisio, con el impresionante final del cable minero hacia su inferior lavadero y cargadero de carbón.
El primer cargadero del ferrocarril en la zona fue solicitado al poco de la apertura del ferrocarril por “Burgueño y Dionisio González”, al norte del primer apeadero de viajeros de Santa Cruz. Fue renombrado como “Apartadero de Hullas Leonesas”, empresa en la que luego participaron Victoriano González y Dionisio González, quedando el nombre de “Victoriano González” para el cargadero y resto de instalaciones al separarse el otro socio de la empresa. El Grupo Peñarrosas de esta empresa se explotaba enfrente, en la otra ribera del río, y se comunica mediante tres formas poco habituales como son el teleférico ya descrito, un paso de hormigón en el propio cauce del río desde hace unos 50 años, y una pasarela colgante, en lugar de un simple puente.

Edificio de oficinas de Victoriano González en la actualidad, junto a la vía, y al fondo el lavadero.
Un poco más alejado de la zona, aguas arriba, se sitúa desde 1950 el poblado de El Escobio, frente a la venta del mismo nombre, que Victoriano González construyó para sus numerosos obreros en colaboración con el Instituto Nacional de Vivienda. En el entorno de la estación ferroviaria se colocaron el lavadero-cargadero de la empresa (Y final del cable en el mismo edificio, como en el caso de AFSA) del sistema “Ruíz Velasco”, y edificios de oficinas y talleres.

Vista general del recorrido del breve cable minero sobre el Sil, con su gran torreta metálica a medio recorrido y el final en el edificio que es a la vez lavadero y cargadero sobre el ferocarril.
El lavadero-cargadero y final del cable minero, en la actualidad, desde la vía ferroviaria. Hace ya años que la vía de carga desapareció y hoy día solo transcurre por este punto la vía general.

Edificios ferroviarios en Santa Cruz

Santa Cruz, como decimos, a pesar de poderse considerar de forma teórica estación por cumplir la definición de “instalación de vías y agujas protegidas por señales”, realmente era una sucesión de cargaderos y derivaciones particulares. No se podían establecer cruces ni adelantamientos de los trenes de la línea general, pues su disposición de desvíos no lo permitía. De hecho, en los sucesivos horarios de trenes fue denominado cargadero, apeadero, apeadero-cargadero, e incluso “aguada”. 

Antoni Roca fotografió en eñ año 1977 una estación de Santa Cruz del Sil plena de actividad. El tren correo se acerca y numerosos viajeros y acompañantes lo esperan. Todavía se encuentra en servicio la vía de carga y al fondo una de las señales del sistema de Bloqueo Automático.
No obstante, Santa Cruz sí que acabó contando, de forma tardía, con instalaciones y edificios propios del resto de estaciones de la línea: Contaba con edificio de viajeros, de menor tamaño que otros y características constructivas propias, como la presencia de un frontón semicircular en la puerta principal lado andén.

Brian Sydall captó, en el mismo año que Antoni Roca, una de las pocas imágenes que hemos localizado del edificio de viajeros de Santa Cruz, donde podemos ver su planta rectangular, el tejado a 4 aguas y el frontón semicircular sobre la fachada a la vía. La niña que camina hacia el edificio puede que se estuviera preguntando un rato qué demonios hacía un señor con cámara haciendo una fotografía a este lugar, sin tren presente ni nada.

El edificio era de una única planta, cuadrada, con tres huecos a la vía, una puerta central y dos ventanas laterales, y al menos otras dos ventanas en la fachada lado Villablino. El tejado, de pizarra, era a cuatro aguas. Hoy día el edificio ha sido derribado y solo se conserva parte del pretil del andén, a causa de la ampliación a finales de los noventa de la carretera. Por esta misma causa, el paso a nivel situado entre los edificios de oficinas también carece de sentido en la actualidad, aunque hasta hace bien poco conservaba los dos avisos luminosos a quien deseara cruzar.

Paso a nivel a ninguna parte. En su día, antes de la reforma de la actual carretera, podría tener algo de sentido, pero desde que tras la vía ferroviaria se encuentra un talud de piedras, la valla carece de sentido y las luces de protección avisan de nada. El expolio llega a todo lo metálico, y cuando ya una de las luminarias faltaba, un colectivo sensible con el patrimonio ferroviario consiguió guardar la otra.

Unos metros antes del edificio de viajeros aparece una de las casetas de brigada de vías y obras a las que ya nos referimos con anterioridad en este blog, en concreto la número 9, que se encuentra amenazando ruina completa. Y unos metros después del edificio de viajeros, un depósito de agua de planta cuadrada para suministro de las locomotoras, con grúa hidráulica adosada como era habitual en este ferrocarril, y al que también dedicamos untexto en su día.

Depósito de sección cuadrada destinado a alimentación de agua para las locomotoras de vapor, en Santa Cruz del Sil. Llevaba adosado un brazo giratorio con el tubo de alimentación directo al ténder, que está desmontado para no interferir con las circulaciones de otros trenes, pero aún se conserva.

En paralelo a la vía principal se montó la vía del cargue desde el lavadero de Victoriano González, primeramente como una vía de sobrepaso de una estación cualquiera, con una vía de topera en el lado Ponferrada, pero luego modificado el desvío del lado Villablino para montar un escape y una segunda vía de topera como se detalla en el esquema adjunto.

Un par de fotografías de autores internacionales procedentes de distintos repositorios de internet, el superior de la web Railpictures.net, con trenes circulando en la zona de Santa Cruz del Sil. El superior, un carbonero descendente con una locomotora Alco, con el lavadero de La Recuelga al fondo, y en la inferior el tren correo a su paso por el cargadero de Dionisio González.

La estación se encuentra en los kilómetros 33,296 original, 36,072 tras la variante de Bárcena, y 21/900 actual, a una altitud de 726 metros. Durante el funcionamiento del Bloqueo Automático con señalización luminosa, se llegaron a montar señales avanzadas y de protección en la zona. Con la renovación de la vía a finales de los noventa, se levantaron todos los desvíos, solo quedó la vía general y en cuanto a sistemas de protección de la circulación de los trenes, solo quedaron las instalaciones relacionadas con los pasos a nivel del entorno.

Enfrente del cargadero de Dionisio González, sobreviven las ruinas de la caseta de Brigada de conservación de vía, del que vemos su interior en la actualidad en la imagen inferior.

El teleférico de Victoriano González

Victoriano González montó en sus instalaciones de Santa Cruz el teleférico minero más corto de los existentes en las comarcas berciana y lacianiega. Tan solo unos 215 metros de recorrido, casi horizontal entre estaciones de origen y final, y dos apoyos intermedios, de los cuales uno de ellos es una imponente torreta de celosía metálica de unos 45 metros de altura a medio recorrido, para cruzar el cauce del Sil entre la zona de carga del carbón en los baldes y la llegada al lavadero y cargadero hacia el ferrocarril. La otra torreta, de mucha menor altura, se sitúa a pocos metros del origen. También es el único de los teleféricos que conserva el cable, siendo según algunas fuentes el sistema tricable de la casa Pohlig. Se comunicó la autorización para su montaje en el Boletín Oficial de la Provincia de León en 1945, y el conjunto productivo se dejó de usar en el entorno de 2003.

Pocos metros después del arranque del teleférico minero aparece la primera de las dos torretas metálicas del recorrido, apenas perceptible por la masa forestal circundante.
La torreta a medio camino impresiona por su altura y su estado de conservación. Es además una rareza entre todos los cables mineros que existieron en la comarca, pues es el único que conserva sus cables.
Parte superior del cargadero-lavadero con las instalaciones del final del corto cable: La zona de descarga de las vagonetas.
Una nueva imagen del inicio del cable con su primera torreta, en la que vemos las distintas roldanas sobre las que resbala el cable.
Y desde enfrente, una vista general de la zona de carga e inicio del cable minero, con su primera torreta y el edificio de transferencia del carbón desde los pequeños trenes mineros a las cazoletas del teleférico.
El Pozo Santa Cruz, explotación a la que servía, clausuró su explotación en 2012, siendo la última de interior abierta de la cuenca Fabero-Sil. Su último propietario también fue UMINSA, y disponía también de una pequeña red de ferrocarril minero de 60 cm. de ancho de vía.

La Recuelga y Modroño

A poca distancia de Santa Cruz, se disponían los apartaderos de Antracitas de Fabero y de Modroño. El de AFSA se introducía abrazando mediante dos vías el lavadero de La Recuelga, para unirse de nuevo en un mango de maniobras. Una de las dos vías discurría entre el propio lavadero y la estructura de fin del teleférico y balsas de decantación, y se conserva parcialmente en la actualidad. 

Esquemas de vías de la zona de Santa Cruz aparecidos en el libro "El Ferrocarril de Ponferrada a Villablino y la minería en El Bierzo", creados por Pedro Pintado.

El apartadero de Modroño estaba más adelante y era más sencillo, pues se trataba de una simple vía de sobrepaso con conexión al principio y al final con la vía general, y un pequeño mango de maniobras en el lado Ponferrada. De esta instalación no queda ningún resto.

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