domingo, 15 de marzo de 2015

El ferrocarril y los cotos Wagner y Vivaldi (II)

Comentados los orígenes e historia de la extracción de mineral de hierro en el entorno de San Miguel de Las Dueñas, continuamos con la descripción de las instalaciones de transbordo del Coto Vivaldi de la producción de mineral de hierro hacia los trenes de vía ancha. Se trata de un pequeño reportaje gráfico de la situación actual de la zona.
Estado actual de la zona de carga a vagones. Desaparecido todo rastro de metal como en todas las instalaciones. No se conservan ni los raíles, ni las barandillas para los operarios en el primer nivel, y apenas restos en las bocas de descarga. En primer término, la caseta de la báscula.

El cargadero de Coto Vivaldi en San Miguel de Las Dueñas
El mineral llegaba a las instalaciones de transferencia por medio de un teleférico de 750 metros de longitud, que salvaba la loma que separa este terreno del ocupado por el embalse de Bárcena. En su final, mediante una tolva se cargaba una cinta transportadora que elevaba el mineral hacia los silos del cargadero, que es el edificio más grande y representativo de todo el conjunto de “Coto Vivaldi”.
A la izquierda del edificio del cargadero, existían dos vías de sobrepaso para poder maniobrar las composiciones vacías en espera de carga y las cargadas en espera de salida.
A la parte central llegaba la cinta transportadora de alimentación de mineral, como se aprecia en las imágenes más antiguas de este mismo texto.

Tolvas de descarga del final del teleférico e inicio de la cinta transportadora, en la que no queda rastro alguno de hierro. Asimismo, la Asociación Aragonito Azul, mineralógica berciana, demuestra que se ha estado tratando la escombrera de mineral para algún tipo de aprovechamiento económico hace escasos dos años.
El silo se divide en seis módulos similares, siendo no obstante un edificio asimétrico porque la cinta transportadora se insertaba en el cuarto módulo contando desde el lado San Miguel del edificio, y en el tercer módulo posee una torre que albergaba equipos auxiliares.
A finales de los noventa, las instalaciones se conservaban en mejor estado, o por lo menos más completas. Se aprecia incluso parte de los postes de electrificación de las vías.
Una vista del cargadero desde la zona del final del teleférico, ya completamente inexistente a finales de los años noventa.

Visión en conjunto del ramal ferroviario. Hacia la derecha la unión con la estación de San Miguel de Las Dueñas. Las naves de color azul no forman parte del Coto Vivaldi, pero si el resto de edificios.
En una primera altura se encontraban dos pasillos, uno a cada lado del edificio, protegidos por vallas metálicas ya desaparecidas, desde donde los operarios maniobraban las bocas de descarga, una por lateral en cada módulo, sumando doce bocas simultáneas para el tren que se encontraba cargando. En la altura superior, en un cuerpo cerrado en toda la planta del edificio, aparecía el silo en si, cubierto superiormente por el mecanismo de reparto del mineral desde el punto de llegada de la cinta transportadora a toda la longitud del depósito. Hasta esta altura, los operarios podían llegar mediante una escalera metálica de caracol igualmente inexistente hoy día.
Completamente inundada, la zona de las tres vías una vez sobrepasado el edificio del cargue, con la maleza poco a poco invadiendo la zona.
Pedro Pintado publicó un esquema de este cargadero y del vecino Coto Wagner en la revista ASVAFER, de la Asociación Vallisoletana de Amigos del Ferrocarril.
Completan las instalaciones una báscula de pesaje de vagones bajo el primer módulo, con una caseta anexa, y otros edificios auxiliares y de oficina.
Esquema de vías del cargadero del Coto Vivaldi, de la misma publicación que el plano anterior.
En el plano ferroviario, desde la estación de San Miguel de las Dueñas se accedía mediante un ramal que salía del lado León, en curva a la izquierda, del que en sus primeros metros una pequeña vía muerta más a su izquierda cumplía la tarea de seguridad ante escapes de material. El ramal tiene una longitud total de algo menos de 900 metros, pero el silo se encuentra antes, aproximadamente a los 400 metros del origen. Antes pasan por encima la carretera N-VI y la autovía A-6, y le acompaña en paralelo la carretera de San Miguel a Congosto. Avanzando, a la derecha de esta vía general que se inserta por debajo del silo, se abren otras dos vías de estacionamiento/sobrepaso, que se vuelven a unir unos metros más adelante.
Visión desde el cargadero hacia la estación de San Miguel de Las Dueñas. Además de pasar bajo la carretera Nacional VI, desde finales de los noventa lo hace también bajo la Autovía A-6, que en este tramo discurren paralelas.
Avanzando, echamos una mirada hacia atrás, para comprobar la situación relativa entre el paso de la autovía y el cargadero.
Bajo las dos carreteras, la traza de la vía se encuentra flanqueada además por dos carreteras locales, una de ellas la que comunica San Miguel de Las Dueñas con Congosto, y el recorrido de un pequeño regato.
 
Llegada a la línea general Palencia - A Coruña, por el lado castellano de la estación de San Miguel de Las Dueñas. Aproximadamente a la altura del poste de catenaria se encontraba la aguja de acceso al ramal, que sigue bajo la posición del fotógrafo.

Visión contraria a la imagen anterior. A la izquierda del ramal, que se escapa hacia el cargadero a la izquierda de la señal de entrada y entre los dos postes con nido de cigüeña, se encontraba la vía de seguridad de la que ya hace mucho más tiempo no queda vestigio.

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