jueves, 5 de septiembre de 2019

Los furgones correo en el P.V.

La reciente aparición del completo y muy recomendable libro “Trenes de papel. 150 años de expediciones ambulantes y coches correo en España” nos da pie a conocer cómo se transportaba el correo en nuestro ferrocarril, que ya desde casi el inicio de la explotación disponía de tres furgones específicamente diseñados para este servicio.
Jean-Pierre Dumont captó al furgón FC2 esperando realizar un nuevo servicio en Ponferrada, formando parte de un tren correo en el que se adivina a la derecha un furgón de bogies de la serie 600 y un coche Carde y Escoriaza (Por la forma del balconcillo) a su izquierda. Se trata de una fotografía circulada por grupos en redes sociales. En la ventana de más a la derecha, se aprecia en el interior el casillero de clasificación pintado en color claro.

Desde la Real orden de 31 de diciembre de 1844, se establecía la obligatoriedad a los nuevos ferrocarriles del transporte gratuito de “cartas y pliegos, así como sus Conductores y Agentes”. Por otro lado, las especiales condiciones legislativas que favorecieron la rápida construcción del ferrocarril entre Ponferrada y Villablino, exigieron que éste fuera considerado de servicio público. De esta manera se obligó a un ferrocarril pensado inicialmente como exclusivamente industrial para transporte de carbón, a prestar servicio de viajeros, y por tanto también a transportar correo en su recorrido. Y como en tantos otros ferrocarriles, esta circunstancia dio nombre propio a una de sus expediciones, el denominado Tren Correo.
En esta imagen de Paul Brison se comprueba la composición habitual del tren correo: Un furgón de bogies de la serie 600, el furgón correo FC y varios coches de viajeros.
La rápida construcción del ferrocarril, en apenas un año desde la concesión, no permitió, por plazos de contrato y fabricación, estrenar el servicio con vehículos propios, como ya hemos visto en otras ocasiones en este blog. Se encuentra bastante documentado el material de tracción de esta primera época, cada locomotora usada en régimen de alquiler a otros ferrocarriles, pero no se conoce tan bien el material remolcado, especialmente el de viajeros.
De nuevo otra imagen de Jean-Pierre Dumont con el tren correo en Ponferrada, en el que se aprecia el buzón de correos decorado con los colores de nuestra bandera. Destaca también la manguera para la conexión eléctrica entre coches.
El primer lote de material remolcado propio destinado a los trenes de viajeros se compuso por siete coches de bogies de diferentes clases (Dos mixtos primera/segunda clase, cuatro de tercera clase, uno de segunda clase y un coche salón/primera) y tres furgones correo, también de bogies, comprados todos al fabricante Carde y Escoriaza de Zaragoza.
En la revista especial sobre el Ponferrada Villablino que editó Maquetren aparece esta fotografía de Juan B. Cabrera con el FC-3 como protagonista, de nuevo entre un furgón y el primero de los coches de viajeros de la composición.
Los diez vehículos llegaron a Ponferrada en 1921, casi dos años después de la inauguración del ferrocarril. Hasta la década de los 40 no se amplió el parque móvil destinado a viajeros, llegando, entre 1941 y 1959, trece coches de segunda mano procedentes de tres ferrocarriles distintos, de los que tendremos ocasión futura para tratar profundamente en este blog. Además de los coches de viajeros, llegaron varios furgones, tres de ejes desde el Cariñena a Zaragoza y otros cinco de bogies desde el F.C. del Bidasoa, que ya hemos tratado, pero que no se dedicaron al transporte de correo.
Jordi Ibáñez captó en agosto de 1967 (Y no 1997 como aparece en la fotografía, parece que al 6 le dio por darse la vuelta) el furgón FC-2 en similar posición a las fotos anteriores, en el andén de la estación de Ponferrada.
Los furgones FC
Los furgones FC carecen de balconcillos y tampoco tienen ningún tipo de comunicación por el testero con los coches adyacentes en una composición. Sobre dos bogies descansa un bastidor metálico sobre el que se monta una caja de madera, con friso vertical exterior, de apariencia similar a la del resto de coches de viajeros. También estuvieron decorados como ellos en verde, con una franja amarilla a media altura.
Carmelo Zaita realizó un plano de estos furgones, reproducido entre otros, en el libro "El Ferrocarril de Ponferrada a Villablino y la minería en El Bierzo".

La propia MSP disponía de esquemas, de confección más simple, de los principales modelos de su parque remolcado.
En cuanto a su distribución interior, ambos extremos disponen de sendas puertas correderas a ambos lados de acceso a los espacios para paquetería. Una puerta central en cada lado da acceso al departamento de oficina postal, en cuyo interior y ocupando todo un tabique hacia el departamento para paquetería, aparece un casillero de clasificación metálico. En las puertas aparece la palabra “CORREOS” en amarillo y una ventana en la parte superior. Una ventana similar a cada lado flanquea cada puerta, y hacia los portones se repiten una ventana hacia un extremo y dos hacia el otro, todas ellas protegidas, como en todos los coches de viajeros de este ferrocarril, de barras para evitar asomarse. Un buzón cercano a cada puerta completa el equipamiento, buzón que se puede apreciar en algunas fotografías, fue pintado con los colores de la bandera nacional. Los furgones disponían de freno de husillo y de aire comprimido.
La trayectoria de los FC
En el foro de aficionados alemanes Drehscheibe Online se expone esta fotografía, con uno de los dos furgones supervivientes ya apartados del servicio, junto con otro material en el mismo estado.
El primer furgón tuvo una breve existencia, pues fabricado como sus hermanos en 1921, ya no aparece en los inventarios de 1924. Descartamos una reforma puesto que hasta 20 años después no hay constancia de movimientos en el parque de coches de viajeros y por tanto deberemos atribuir su desaparición a un posible accidente.
Fernando Repiso pudo comprobar el incipiente deterioro de ambos furgones a mediados de los ochenta, en la playa de vías de Ponferrada.
También captó imágenes similares Luis Ignacio Alonso, como nos muestra esta imagen de su Flickr.
Los dos restantes prestaron servicio hasta el último día de circulación de un tren de viajeros en este ferrocarril, que como sabemos fue el 10 de mayo de 1980. Desde entonces fueron apartados en las instalaciones de Ponferrada, junto con el resto de coches y furgones fuera de uso, donde comenzó su deterioro. Hay constancia gráfica de haber sobrevivido ambos al menos hasta mediados de los ochenta, pero al recopilar el material que se pudo albergar en la nueva lonja del Museo del Ferrocarril de Ponferrada ya solo existía el FC-2, en muy mal estado, tanto que también acabó desapareciendo posteriormente.
El estado final de uno de los dos Furgones Correo fue este, antes de su desaparición definitiva.
“Mea culpa”, una errata arrastrada…
Al hablar de nuestro ferrocarril en el libro “Trenes de papel…”, una cita a pie de página menciona como fuente para decir que el FC-1 se transformó en el coche de viajeros C-5 a nuestro libro de cabecera “El Ferrocarril de Ponferrada a Villablino y la minería en El Bierzo”. Y efectivamente así aparece en la página 113, pero se trata de un error cometido en la redacción del libro durante el año 2000, que vamos a corregir documentalmente.
El coche C-5 se conserva en el CIT de Santa Marina del Sil.
La placa de fabricación de este coche no deja dudas: Pertenece a uno de los llegados de segunda mano al ferrocarril de Ponferrada a Villablino.
En el foro alemán antes citado aparece este documento de excepcional importancia, donde se ve a un recién llegado coche C5 a Santa Marina del Sil, donde aún le estaban acondicionando el entorno, y por supuesto no contaba con la actual marquesina de protección.
Por fortuna, el coche C-5 es uno de los pocos que se conserva del Ponferrada-Villablino, siendo el que se encuentra en pedestal en el Centro de Iniciativas Turísticas de Santa Marina del Sil, donde se colocó en 1987. Una fotografía en la que se aprecia claramente su número, la existencia aún de sus placas de fábrica “CAF, 1913”, la forma de sus balconcillos y el número de ventanas nos lleva a pensar que este coche llegó de segunda mano procedente del Ferrocarril Pamplona- San Sebastián (PSS), conocido como “Plazaola”, en 1943, a la vez que la locomotora PV31.
Solo nos queda volver a recomendar la lectura del libro “Trenes de papel. 150 años de expediciones ambulantes y coches correo en España”, editado por Maquetren y cuyos autores son Pedro Pintado Quintana, Gaspar Martínez Lorente, Pedro Navarro Moreno y Francisco Javier Berbel Silva.
Para acabar: una curiosidad. Los aficionados al LEGO en España disponen de una interesante actividad reproduciendo trenes españoles. Como uno de sus integrantes realizó la estación de Ponferrada del PV en Lego, rápidamente se pusieron a copiar los trenes de este ferrocarril, y el de la imagen corresponde a un furgón FC.

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