Durante más de once años de blog, apenas hemos dedicado dos artículos a algunos de los coches de viajeros de este ferrocarril, preferentemente minero, pero con un icónico tren de pasajeros que merece más atención. Los coches descritos, en febrero de 2017, fueron los procedentes de segunda mano del Ferrocarril del Bidasoa, y en septiembre de 1919 los furgones correo. Este mes le toca el turno a otros que también vinieron de segunda mano y de Euskadi: Los procedentes del Ferrocarril del Plazaola.
Breve reseña del Ferrocarril del Plazaola
Un ferrocarril que cumple este mes 111 años de su inauguración, aunque en la actualidad no es más que una vía verde, pues se cerró en el año 1958. El Llamado Ferrocarril del Plazaola (O tren txiki como algunos otros de vía inferior al ancho ibérico por aquellas tierras) comunicaba dos poblaciones tan importantes como Pamplona y San Sebastián, por el valle del Leitzarán, con 82 kilómetros de recorrido. Aunque su origen no fue tan relevante, procediendo de la evolución de un ferrocarril menor, minero, inaugurado el 21 de abril de 1905 entre la estación de Andoain de la compañía NORTE y las minas de Plazaola, de donde toma el nombre.
Momento de la inauguración del Ferrocarril del Plazaola. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril. |
Este primer ferrocarril, de mal resultado económico, cesó su servicio apenas dos años después, siendo adquirida su concesión por la Sociedad Minera Guipuzcoana (SMG). La Ley de Ferrocarriles Secundarios y Estratégicos el 26 de marzo de 1908 incluía como posibilidad la comunicación de los dos extremos de este tren con las localidades de San Sebastián y Pamplona. La SMG se interesó en esta nueva posibilidad para su negocio ferroviario y obtuvo las concesiones entre 1910 y 1911, emprendiendo las obras y logrando circular por primera vez el 19 de enero de 1914. Aunque el final del tren se encontraba en Lasarte, el enlace físico y el acuerdo con los Ferrocarriles Vascongados permitía que estas circulaciones llegaran hasta la céntrica estación de Amara.
El ferrocarril del Plazaola fue originalmente un modesto tren minero. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril. |
Desde 1924 la propiedad del ferrocarril pasó de la SMG a la “Sociedad Explotadora de Ferrocarriles y Tranvías” (SEFT), ya propietaria de varias explotaciones como el tranvía de Irún a Fuenterrabía o los ferrocarriles de San Sebastián a la frontera francesa (El “Topo”) y a Hernani. Tampoco fue el aspecto económico mejor en estos dos episodios históricos, por la competencia del tren de vía ancha y el transporte por carretera, a pesar de algunas iniciativas como la compra de tres automotores diésel que no dieron buen resultado.
También se alquiló algún material a otras compañías, como por ejemplo a nuestro ferrocarril P.V., la número 22, que colaboró en los años de construcción de la línea. No confundir esta 22 del Plazaola con la posterior P.V. 22, de la que ya hemos hablado en este blog y tiene origen diferente. Pedro Ortiz Muriel, accionista de ambos ferrocarriles (Y quien da nombre a una de nuestras Baldwin) seguramente tuvo que ver en esta operación.
Un tren correo del Plazaola en fotografía del archivo municipal de Andoain. |
Y de este ferrocarril, además de los coches de viajeros protagonistas de este texto, también nos llegaron a nuestra comarca otras dos locomotoras, esta vez vendidas, que en el Plazaola tenían los números 5 y 6 dentro de su serie numerada 1 a 7. Se trata nada más y nada menos de nuestra famosa PV31 (ExPSS-6) y la efímera PV32 (ExPSS-5), esta segunda pronto desguazada en El Bierzo y de la que sólo se conservó su caldera.
Con ocasión de unas inundaciones en octubre de 1953, la propietaria del ferrocarril decidió no recuperar el tramo afectado, evolucionando al cierre completo en 1958. El trazado abandonado comenzó a ser recuperado como vía verde desde 1994 y el único material móvil existente de este ferrocarril es el que se conserva en El Bierzo.
Uno de los extraños automotores Beardmore del ferrocarril de Plazaola. Foto Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril. |
Los coches de viajeros del Plazaola y los que llegaron al Bierzo
Concurren dos circunstancias en cuanto a estos coches que no acaban de dejar clara su historia en nuestro ferrocarril. Por un lado, la eterna preferencia de los aficionados fotógrafos, españoles y extranjeros, a fotografiar locomotoras, dejando de lado vagones y coches, salvo muy contadas excepciones. Hay pocas fotos donde se vean numeraciones y detalles nítidos.
Cuatro fotografías muy similares: El tren correo saliendo de Ponferrada hacia Villablino. Si hay pocas fotos con coches de viajeros, aún son menos las que se hicieron del lado de la numeración, porque lo que se ve es la placa "MSP" en letras de latón. De arriba a abajo: Jordi Escudé, Archivo MSP, Blog trenes y tiempos, drehscheibe online foren.Tampoco colabora la caótica bibliografía, que también maneja de pasada el asunto de los vehículos para viajeros, llegando a encontrar contradicciones totalmente opuestas según la fuente consultada. En todo caso, trataremos de dar algo de luz a este tema, exponiendo certezas y dudas, confiando en ir resolviendo el puzzle en tiempos próximos.
El coche C8 ¿O C9? circula detrás de la locomotora y el furgón hacia Villablino, en el momento de salir de Ponferrada. Le sigue el Bidasoa C-18. Foto de Ernie Brack. |
Para el Plazaola, el fabricante BEASAIN (Fábrica de Vagones de Beasain de la Sociedad Española de Construcciones Metálicas, antecesora de la actual CAF) creó los coches C-1 a C-14, de tercera clase, en 1913, todos ellos de caja de madera y bogies de dos ejes, en un modelo bastante normalizado y similar a los coches que en el P.V. circularon desde otros orígenes. Al parecer, llegaron a Ponferrada, adquiridos de segunda mano, seis de ellos.
El primero llegó al P.V. en 1943, junto con la P.V.31, inicialmente alquilado y luego comprado, y siendo numerado C-5 a continuación de los cuatro terceras originales del ferrocarril. Es el único conservado de todos ellos y el que más fotografías hemos localizado circulando. Se puede contemplar en la actualidad en un excelente estado de conservación en el Centro de Iniciativas Turísticas (CIT) de Santa Marina del Sil, a donde llegó en 1987, siendo colocado en un corto tramo de vía y protegido por una marquesina.
Dos vistas del coche de Santa Marina del Sil en su estado actual, con la marquesina metálica, y tejado de pizarra, que garantiza su protección. |
En el foro alemán publicaron una foto del coche recién colocado, donde aún se conservaba su numeración (C-5). |
Xavi Tomás también captó una foto del coche de Santa Marina, antes de la construcción del cobertizo. |
Los otros siete llegaron tras el cierre a viajeros del ferrocarril vasco, entre 1953 y 1954. Se numeraron C-7 (El C-6 lo ocupó uno procedente del F.C. del Bidasoa) al C-13. Ninguno se conserva en la actualidad y se desconoce la relación entre numeraciones de todos ellos. Tan solo en uno, el C-12, conservó una placa con las iniciales “P.S.S.” de su antiguo ferrocarril.
Un plazaola abandonado, de número ilegible, en Ponferrada, en imagen publicada en la revista alemana Geschichte 96. |
Haciendo de cola del tren correo en Villablino, otro Plazaola, publicada por Juan B. Cabrera en Maquetren. |
En cuanto a las discrepancias documentales, señalaremos las siguientes:
· En varias fuentes se indica que el coche de segunda clase Carde y Escoriaza de 1921 numerado B-1 se transformó en el coche C-7. Para circular en el Ponferrada-Villablino se les realizó a todos los Plazaola y a dos Bidasoa una reforma que detallaremos más adelante, pero en todo caso, uno de los métodos de distinción entre los coches CAF (Beasain en la época) y Carde y Escoriaza, es el conformado del bastidor, con una viga lisa en los exteriores en los CAF y una viga en “U” en los CyE. Pues bien, existen fotos del C-7 con bastidor CAF, por lo que no puede proceder del B-1. Es más, monta barandillas tipo “Plazaola”, por lo que nos cuadra más este origen.
· La revista Francesa “Ferrovía Midi” de 1973 indica como fecha de construcción, vista in situ en su placa, 1918 para varios coches CAF del Plazaola, y creemos que el exceso de pintura en ellas pudo haber confundido a estos voluntariosos aficionados con el 1913 real.
· Otras fuentes indican que el C-11 fue vendido al ferrocarril de Peñarroya a Puertollano. Este ferrocarril manchego cerró el 1 de agosto de 1970, y existe una foto de este coche fechada en 1973, por lo que dudaremos también de este movimiento.
·
Varias fuentes aseguran también que el C-13 no
existía o que al menos no tenían constancia de su existencia. Pues en este
caso, una foto de Juan B. Cabrera, conservada en el Archivo Histórico
Ferroviario de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, nos muestra
claramente este coche, en 1973, circulando con normalidad.
La placa del coche conservado en Santa Marina del Sil es clara: "BEASAIN 1913". | |
El coche número 13, del que niegan su existencia algunas fuentes, en fotografía de Juan B. Cabrera en el fondo del Archivo Histórico Ferroviario - FFE. |
Nos quedan tres incógnitas que resolver en cuanto a los “Plazaolas”:
·
El destino del Carde y Escoriaza B-1 citado,
¿Quizá desguazado sin reformar?
· El coche del que procede la plataforma de bogies Nfha-7, que tuvo su artículo propio en marzo de 2017, y que podría proceder de alguno de los “Plazaola” C-7 a C-13 o “Bidasoa” C-6, C-14, C-16, C-17 ó C-18.
· Una misteriosa fotografía muestra también de forma muy clara la numeración C-4, con el coche ya abandonado en Ponferrada en 1988, que por el bastidor y barandilla pertenece a un “Plazaola”. Es más, en la zona del “4” se aprecia un cambio de pintura. ¿Se trata de una renumeración? En ese caso, podría ser un coche de una sola cifra, los C-7 a C9.
Otra imagen del foro alemán con el correo recién llegado a Villablino, con un Plazaola en cola. |
Descripción técnica de los “Plazaolas”
Se trata, como estamos diciendo, de coches para el transporte de viajeros de caja de madera y bastidor metálico, que ruedan sobre dos bogies de dos ejes. A la caja central de madera la flanquean sendos balconcillos, con acceso desde el exterior mediante escaleras de dos escalones de madera, colgados desde el bastidor y a ambos lados del coche, que dan acceso al balconcillo con su característica balconada de forja. Se diferencian a simple vista los “Plazaolas”, que montan barras verticales encuadradas en dos cenefas formadas por círculos, de los “Bidasoas” que acaban en triángulos, o de los “Carde y Escoriaza” con un aparatoso asidero en espiral. Desde los balconcillos, una portezuela, un asidero y una chapa permiten el paso con otros coches acoplados. También se monta en esta parte el accionamiento del freno de estacionamiento, en el testero opuesto al del W.C.
Esquema de los coches unificados en el P.V. Fondo MSP. |
Dimensiones de los coches según el fabricante. Fondo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril. |
Desde la plataforma existe acceso mediante una puerta central al salón de viajeros, en donde se distribuyen los bancos enfrentados, con capacidad para dos viajeros cada uno y a ambos lados del pasillo central, obteniendo una capacidad total de 48 viajeros sentados. En uno de sus testeros existe además un acceso al aseo. Las ventanas, en número de 13 por lateral, disponen de dos barras de protección para evitar que los viajeros asomen la cabeza, como precaución por ejemplo para el estrecho puente “Palacios II”, con luctuosos sucesos en su historia.
Vista lateral de un bogie del coche de Santa Marina, de Juan A. García. |
Interior de un tercera ya abandonado, en foto de Fernando Repiso Ortega. |
El techo es continuo, abarcando los balconcillos, y disponiendo de ventiladores, el sifón del W.C. y soportes para los farolillos de señalización. El bastidor dispone de tensores en forma de vientre de pez, muy habituales en este tipo de coches, y en sus testeros aparecen el tope central de platillo, las cadenillas de seguridad y la manga del freno de aire con el que van dotados todos los trenes del P.V. El resto de equipos de freno se sitúa bajo bastidor en la parte central del coche. La iluminación eléctrica procedía de la locomotora mediante un cable conectado en el testero. La calefacción era de vapor también procedente de la locomotora.
Su decoración siempre fue en color verde, con dos filetes amarillos horizontales, con bastidor, bogies y barandillas en negro. La suspensión de su rodadura y de bogie a caja se compone de ballestas, y los ejes se montan sobre cajas de grasa de fricción.
¿Qué coches nos quedan?
Hablado ya de los “Bidasoas”, hoy de los “Plazaolas”, pero también de los coches de correos y de los furgones de la serie 600, nos quedan los coches originales del ferrocarril fabricados por Carde y Escoriaza (Aexcepción del coche salón), y los demás furgones de dos ejes que también acompañaron a los trenes de viajeros de este ferrocarril, que serán motivo de un futuro texto.
Nos vamos hasta el artículo que viene montados en el tren correo, en un "Plazaola", como no, en la fotografía que Javier Fernández Álvarez publicó en Facebook. |
Bibliografía
Sobre el ferrocarril de Plazaola, además de reseñas menores, se pueden consultar las siguientes:
· Martinena Ruiz, J. J. (2014). El ferrocarril del Plazaola. Pamplona: Ayuntamiento de Pamplona.
· Historias del tren: El F.C. del Plazaola (I) y (II).
Nuestro agradecimiento a Juanjo Olaizola y al personal del Archivo Histórico Ferroviario por la ayuda prestada para completar este artículo.
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